Las personas que practican ejercicios se fatigan menos en el trabajo. Solemos excusarnos para no hacer ejercicios, utilizando argumentos tales como el exceso de trabajo, o la falta de tiempo. Sin embargo, la mayoría de nosotros ignora que ejercitarse influye favorablemente en el rendimiento laboral.
Beneficios que provoca la práctica del ejercicio en el rendimiento laboral
Los beneficios de que nuestros colaboradores se ejerciten periódicamente se reflejan en el rendimiento laboral de la siguiente forma:
- Aumento de la productividad.
- Disminución de costos médicos e índices de ausencias.
- Decremento de la rotación de personal.
- Mejoramiento del entorno laboral.
- Las personas están más alertas, por lo tanto, se disminuyen: El estrés mental, los accidentes laborales, las sensaciones de fatiga, el grado de agresividad, la ira, la ansiedad, la angustia y la depresión.
Beneficios personales de la práctica del ejercicio
A nivel personal, la práctica de ejercicios también genera:
- Incremento de sensaciones de bienestar, relajación y autoestima.
- Reducción de dolores articulares y musculares.
- Fortalecimiento de la actividad intelectual.
- Mejoramiento de circulación sanguínea y el sistema cardíaco.
- Disminución de cansancio y aporte a la energía del cuerpo.
- Aumento de la motivación y capacidad de superación.
En un principio al ejercicio laboral se lo denominó “ejercicio de pausa”. Sin embargo, no debe entenderse como tal o como pérdida de tiempo, porque está planificado dentro de los procesos de las organizaciones y es específico para las tareas que allí se realizan.
Por cada hora que un colaborador está frente a una computadora, es importante que realice de 5 a 10 minutos de ejercicios de compensación, con el fin de activar las zonas que se mantienen quietas al estar sentado. Si por el contrario, la persona trabaja de pie, se recomienda practicar una rutina específica de ejercicios para reducir la hinchazón y prevenir la aparición de várices.
Las sesiones de ejercicios mejoran el rendimiento laboral cuando son guiadas por instructores certificados, ya que disponen de suficiente creatividad como para realizar rutinas variadas que incentivan a los colaboradores y, al explicar las actividades, se tienen en cuenta las distintas aptitudes físicas, adaptando la intensidad a las necesidades de cada persona.
Existen 3 tipos de ejercicios laborales: Preparatorios (se realizan antes del inicio de la jornada laboral o después de almuerzo), compensatorios (se realizan dentro de la jornada laboral como una pausa activa), y de relajación (Por lo general se realizan antes de alguna reunión que se caracteriza por la toma de decisiones importantes).
5 ejercicios importantes que mejoran el rendimiento laboral
- Si la distancia se lo permite, caminar hacia su lugar de trabajo o acudir en bicicleta.
- Estirar las piernas durante los pequeños descansos.
- Realizar movimientos de cuello, hombros, muñecas, caderas, muslos mientras se encuentra en su puesto de trabajo.
- Subir las escaleras en lugar de utilizar el ascensor.
- Dar un paseo al terminar su jornada de trabajo.
Con el fin de implantar y mantener un sistema de gimnasia laboral se recomienda adecuar un espacio para su ejecución, así como también el desarrollo de talleres de educación postural, tai-chi y/o de ejercicios respiratorios, los cuales producen mayor oxigenación del cerebro, reducen los niveles excesivos de ansiedad y mejoran la atención.
En función de la lectura:
¿Le gustaría incrementar el rendimiento laboral de sus colaboradores?
¿Qué opina usted sobre el “ejercicio laboral”?
¿Le interesaría implementar la práctica de gimnasia laboral en su organización?