¿TU ESTAR EN EL AQUÍ Y EN EL AHORA INFLUYE EN CAER EN LA RUTINA?
La rutina dice el diccionario, es una costumbre irreflexiva. El problema no es la costumbre, no es hacer cosas repetidamente sino la imposibilidad de reflexionar.
Si no estamos presentes nada nos puede conmover y aparecerá la sensación de frustración y de rutina. Absorbidos por los “temas importantes”, nos vamos ausentando de la vida, perdemos contacto con lo que hay aquí y ahora; entonces nuestra presencia se vuelve fantasmal. Sentimos que la “vida está en otra parte”, y el presente se convierte en un peldaño o a veces en un obstáculo para llegar a esa “otra parte” a la que nunca llegamos.
Recuperar nuestra presencia incondicional en todo momento no es un trabajo fácil con tantas cosas que nos sacan de nuestro centro, pero ¿Cómo podemos disfrutar de lo que vivimos sino estamos aquí? ¿Cómo podemos apasionarnos por algo o por alguien cuando estamos con la cabeza en otro lado?
La pérdida de la pasión conduce a la rutina. Jamás sentiríamos rutinario o aburrido algo que nos apasiona. Combatir la rutina es como combatir la oscuridad, no tiene sentido, sólo hace falta que aparezca la luz y la oscuridad se va sola. La pasión es la luz y es una capacidad que se cultiva, está dentro de nosotros, tiene que ver con estar abiertos a lo que la vida nos ofrece en el presente.
La pasión no necesariamente tiene que ver con un estado de felicidad, esta tiene que ver con un estado de plenitud, de plena presencia, deriva de la capacidad de apreciar y conmoverse con cada acontecimiento de la vida, no importa lo grande o pequeño que sea, o si es de goce o de tristeza.
Y es que la vida no siempre es un lecho de rosas, en consecuencia, necesitamos entrenar nuestra capacidad de disfrutar con lo que hay y de amar lo que es.
¿QUÉ ESTÁS HACIENDO AHORA PARA NO PERDER ESA PASIÓN Y NO CAER EN LA RUTINA?
Tomado de: Silvia Salinas, Psicóloga y terapeuta gestáltica.